miércoles, 25 de junio de 2008

Que tan consumista eres?



Alguna vez te has preguntado porque tienes cosas guardadas que no usas y que dijiste algun dia, ahi deja me compro esto, pero nunca tuvo un fin esa compra.



La separación interior


Veamos los síntomas que te estarían indicando que NO, que la separación real no se ha concretado en una "separación interior".
La relación terminó, te separaste, nada parece unirlos, puede que incluso estén peleados pero las cosas no son tan fáciles por afuera como por adentro.
Claro que no. Porque miles de lazos invisibles te atan a tu ex-pareja, miles de pequeños hilitos que se rompen y rápidamente se unen de nuevo: seguro que muchos vienen "de afuera", pero los más duros, los más difíciles, los que se estiran como una goma y no se acaban nunca, esos, no dudes que vienen "de adentro" .

Por un lado está la depresión, que es rabia e ira contenidas que se vuelcan hacia adentro, este es el momento justo para examinar la situación. Por el otro, aparece todo lo nuevo, todo lo imprevisto, lo inmanejable de la nueva soltería, gente nueva, grupos nuevos, salidas, reuniones, bailes y la tan temida soledad.

La Palabra casi lo musita, casi lo dice: Solter@, Soledad.
"En el Mundo hay una Fiesta" y tu nueva soltería te permite acceder plenamente a ella, pero: ¿estás preparad@ para disfrutarla como corresponde? ¿Te sientes capaz de enfrentar el desafío sin mirar todo el tiempo hacia atrás?
Veamos los síntomas que te estarían indicando que NO, que la separación real no se ha concretado en una "separación interior". Primero ya lo dijimos: depresión y ansiedad. Luego también puede expresarse en alteraciones del sueño: dormir poco, insomnio, dormir mucho, somnolencia. En general toda somatización posterior a la separación debe entenderse siempre en relación a ésta, como por ejemplo: problemas cardiacos, sexuales, estomacales, de piel.

Hay una serie de conductas muy claras que revelan infaliblemente ese estado de "no corte", ese estado de unión inconsciente: saboteo inconsciente y racional a todas las posibles relaciones amorosas nuevas, temor y resistencia a la intimidad, proyección de los problemas antiguos a toda relación nueva: la insostenible falsa creencia de que todos los varones. .. . todas las mujeres. . . todas las parejas. . . . ¡son iguales!

Si la situación se vuelve rápidamente crónica es porque ya es verdaderamente un "duelo bloqueado" y se endurece y se enquista cada vez más en cada intento frustrado.

Muchas veces se observa el mantenimiento de secretas relaciones con la ex -pareja con una negación realmente increíble del daño que eso causa. En casos aun más graves, aparecen dificultades serias: parálisis psicológicas -pese al deseo de estar más activa-, pensamientos suicidas prontamente reprimidos que vuelven una y otra vez, dietas que pueden llevar a la anorexia o a la bulimia, como un esfuerzo torturante para estar a la moda y muchas veces un volcarse racionalísticamente a un trabajo incansable y abusivo que configura el típico síndrome del workaholic : el adicto al trabajo.

Y no olvidemos tampoco a aquellos que viven soñando secretamente una venganza, o peor aun, los que desperdician su tiempo y su vida en un intento vengativo, que cuando no termina en la crónica policial, tiene siempre un componente altamente destructivo, avalado muchas veces por racionalizaciones jurídicas y apoyados por profesionales que nunca comprendieron el deterioro emocional que estas venganzas producen.

Este verdadero agotamiento emocional es el responsable que de que la mayoría de los nuevos separados, rehuyan el contacto íntimo aun cuando lo deseen fervientemente, dejando perplejos a los demás con sus contradictorias conductas. Esto se ve a veces en las Páginas de la Red, cuando alguien que aparenta ser invitador y afectivo, tierno y cálido , responde con miles de evasivas y agresiones a las invitaciones realizadas, encontrando siempre "la quinta pata al gato" o el "pelo en la leche" que nos impide volver a empezar. El cybermundo de internet, la magia impresionante de la Web, hace que una persona pueda contactarse con cientos y quizás miles de personas en pocos meses. Cada nueva frustración reactiva y profundiza la herida.

Ese es el caso justamente de Mariana quien desde una página de internet se autoproclamaba "sincera, cálida y abierta a los vínculos" pero que rechazó a las cuarenta cartas que le llegaron producto de su llamativa figura y faltó a la cita con el único que pudo pasar el filtro exigente que puso a su selección. Con quien sí se encontró fue con su ex -pareja, y realmente tuvo una noche erótica muy buena, pero a la mañana siguiente se sintió peor que nunca, al reiterarse la interminable discusión sobre "el no-trabajo" de él.

Y es también el caso de Pedro, un interesante ingeniero que se describía como "compañero, atento y caballero" pero sólo aceptaba encuentros si se hacían en su domicilio con excusas banales, con lo cual limitó, obviamente, sus posibilidades de reconexión. En cambio aceptó salir de su casa para ver a su anterior pareja, la cual le pidió de forma tan descarada una gruesa suma de dinero, y que ya estaba el plano judicial, que se descompuso nuevamente con palpitaciones cardiacas.

Por todo esto es conveniente afirmar que, en cuestiones de separación, es importante reflexionar muy profundamente en qué grado y medida esa separación está efectivamente hecha, no sólo por no dañar a los demás, que se acercan ignorantes del verdadero estado de la relación, sino porque estas idas y vueltas son el peor remedio, el peor veneno que encadena y sepulta al presunto separado en una eterna y permanente frustración. Que lo encadena eterna y cruelmente a la monótona repetición con la misma persona del mismo drama sin solución.

Y esta reflexión, que debe ser profunda y sincera , tiene que incluir sin duda alguna las opiniones calificadas que tantas veces nos resistimos a escuchar. Esa opinión dada con cariño amistoso que sólo puede abrir la puerta para una nueva reconexión con el mundo.

Las mujeres duermen más que los hombres?




Las mujeres duermen en promedio más que los hombres y los ingresos o el estado civil afectan la duración del sueño, indica un estudio del instituto canadiense de estadística publicado el martes.

Según este estudio, los hombres duermen en promedio 8 horas y siete minutos, 11 minutos menos que las mujeres, pero a éstas les cuesta más dormirse.

Aproximadamente al 35% de las mujeres les cuesta dormirse, contra 25% de los hombres, indica Statistique Canada.

"Uno de los principales factores que explican esta diferencia es la situación laboral. En general, cuanto más trabajamos, menos dormimos", agrega el instituto. Las personas que trabajan a horario completo duermen en promedio 24 minutos menos que aquellas que no tienen un empleo efectivo.

El estudio utiliza datos recogidos en 2005 por una encuesta sobre el empleo del tiempo, para la cual 19.500 canadienses de 15 años o más anotaban sus actividades y sus horas de sueño.

Los ingresos influyen en la duración del sueño. En promedio, una persona que ganaba al menos 60.000 dólares al año en 2005 (correspondiente a la misma cifra en dólares estadounidenses en la actualidad) tenía una duración del sueño de 40 minutos menos que la de un canadiense que ganaba menos de 20.000 dólares.

Los canadienses con ingresos elevados tienden a pasar más tiempo en su trabajo y a dedicar menos tiempo a sus hijos y pasatiempos, un estilo de vida que incide sobre los hábitos de sueño, según Statistique Canada.

Los canadienses casados o que viven en unión libre duermen menos que los solteros, quienes duermen 24 minutos más por noche en promedio.

Largas jornadas de trabajo se traducen en un sueño más corto, concluyó Statistique Canada.