
El amor no cambia a nadie.
"Amores que matan" es el título de la última obra de Vicente Garrido, el primer libro publicado en español sobre el conflictivo tema del maltrato a la mujer. Después del éxito de su obra anterior, "El psicópata (un camaleón en la sociedad actual)", este abogado criminalista de relevancia internacional ha volcado en su nuevo libro los testimonios reales de mujeres maltratadas. Un libro que narra los rasgos del psicópata que puede haber en casa, de las soluciones para hacer frente al terror casero con un planteamiento novedoso, casi como una guía imprescindible para que el amor no se convierta en una cuchilla de doble filo.ÓSCAR GRIFOLL / UNO CONTENIDOS.
"Amores que matan" es el título de la última obra de Vicente Garrido, el primer libro publicado en español sobre el conflictivo tema del maltrato a la mujer. Después del éxito de su obra anterior, "El psicópata (un camaleón en la sociedad actual)", este abogado criminalista de relevancia internacional ha volcado en su nuevo libro los testimonios reales de mujeres maltratadas. Un libro que narra los rasgos del psicópata que puede haber en casa, de las soluciones para hacer frente al terror casero con un planteamiento novedoso, casi como una guía imprescindible para que el amor no se convierta en una cuchilla de doble filo.ÓSCAR GRIFOLL / UNO CONTENIDOS.
La gran mayoría de las situaciones de violencia para las mujeres llega a través de personas con las que mantienen una relación afectiva.Con el sugerente título de su obra, "Amores que matan", ¿cree que puede matar más el amor o son las personas bajo los efectos del amor lo que les induce a matar?
El título "Amores que matan" lo que intenta plantear es una paradoja. Y es que la gran mayoría de las situaciones de violencia para las mujeres llega a través de personas con las que mantienen una relación afectiva, una relación de amor actual o que hubo en un pasado. La paradoja se encuentra en que, normalmente, las mujeres reciben instrucciones y ellas mismas hacen lo posible para no ser victimizadas, para no ser violentadas por desconocidos o extraños. Pero precisamente sí son victimizadas por personas con las que sí existe una relación afectiva. Con este título del libro lo que intento explicar es que la muerte, en un sentido completo, o el dolor emocional proceden justamente del amor. Por eso la mujer tiene que conocer precisamente lo que implica una relación amorosa y quiénes son estas personas que se aprovechan de una relación amorosa y pueden llegar a golpear, abusar de ellas psicológicamente e incluso matarlas.
¿Por qué se habla ahora tanto de los malos tratos, acaso en el pasado no existía violencia doméstica?
Malos tratos ha habido siempre. Lo que ocurre es que posiblemente en los últimos años ha habido casos espectaculares que han provocado un sentimiento de horror. Este fenómeno es ya clásico socialmente. Por ejemplo, los agresores sexuales salieron a la palestra en toda su crudeza por el terrible caso de Alcácer. El caso de Ana Orantes, asesinada por José Parejo después de salir en Canal Sur denunciando la violencia, fue el punto de inflexión. Pero es cierto que la violencia contra las mujeres no disminuye, y probablemente va a más. En este sentido, la alarma social está más que justificada.
¿Cuáles son los factores que pueden provocar que esta violencia vaya en aumento?
Hay varias razones. En primer lugar, España es un país cada vez más complejo desde el punto de vista social. La España monolítica ha desaparecido. Ahora grupos étnicos y culturas tienen que convivir, y esto provoca tensiones, y una de ellas es la dificultad para que las relaciones afectivas se lleven a cabo de una manera ordenada y pacífica. También España está en un momento de transformación y de cambio: los estereotipos, los roles, cada vez se difuminan más. Esto puede llevar a que el recurso a la violencia como resultado de la desintegración de las normas sociales y de la fuerza de las pautas educativas va a generar personas con mayor capacidad para ser violentas. Y esto tendrá mucho que ver con el trato hacia las mujeres.
¿Qué conduce a un hombre para maltratar a una mujer?
Yo creo que los agresores de mujeres están divididos en dos grandes grupos. Por un lado tenemos al agresor más común, el llamado agresor dependiente, que es una persona con una pobre autoestima, con un fracaso personal y social importante, que abusa del alcohol, con muchas carencias y complejos, y que encuentra en la mujer el apuntalamiento de su autoestima, de ahí que se suicidan muchas veces después de matarlas. Estos agresores sin las mujeres no son nada, como su nombre indica dependen de la relación con la mujer para afirmarse como ser individual. Este hombre quiere a su mujer, pero su amor es enfermizo y patológico, y por consiguiente no es un auténtico amor. Pero es la forma de amar de estas personas.
Luego tenemos a la persona que no quiere a nadie: el agresor psicópata. De hecho, de un 20% a un 40% de los agresores son de este tipo. Este hombre no quiere a la mujer, quiere instrumentalizarla, manejarla, disfrutar emocionalmente de ella, esclavizarla, utilizar su dinero, sus influencias. El agresor psicópata es el más difícil de manejar porque difícilmente suelta a su presa. Es una persona más pausada, más tranquila, planifica más la agresión. Cuando planifica la violencia psicológica puede ser muy destructivo. Estos dos grupos de agresores son los principales destructores de la autoestima, de la integridad o de la vida de la mujer.
Yo creo que los agresores de mujeres están divididos en dos grandes grupos. Por un lado tenemos al agresor más común, el llamado agresor dependiente, que es una persona con una pobre autoestima, con un fracaso personal y social importante, que abusa del alcohol, con muchas carencias y complejos, y que encuentra en la mujer el apuntalamiento de su autoestima, de ahí que se suicidan muchas veces después de matarlas. Estos agresores sin las mujeres no son nada, como su nombre indica dependen de la relación con la mujer para afirmarse como ser individual. Este hombre quiere a su mujer, pero su amor es enfermizo y patológico, y por consiguiente no es un auténtico amor. Pero es la forma de amar de estas personas.
Luego tenemos a la persona que no quiere a nadie: el agresor psicópata. De hecho, de un 20% a un 40% de los agresores son de este tipo. Este hombre no quiere a la mujer, quiere instrumentalizarla, manejarla, disfrutar emocionalmente de ella, esclavizarla, utilizar su dinero, sus influencias. El agresor psicópata es el más difícil de manejar porque difícilmente suelta a su presa. Es una persona más pausada, más tranquila, planifica más la agresión. Cuando planifica la violencia psicológica puede ser muy destructivo. Estos dos grupos de agresores son los principales destructores de la autoestima, de la integridad o de la vida de la mujer.
¿Cómo sabe una mujer si convive con uno de estos perfiles de agresores?
Ambos muestran comportamientos que pueden ser predichos, que la mujer puede detectar en una relación. Cuando dos personas se conocen antes de establecer una relación se estudian, se valoran. Pero lo que hay que hacer es una valoración completa, no simplemente si es una persona más o menos agradable, si tiene un trabajo de una u otra manera o si es más o menos seductor sino en qué medida ese hombre puede resultar de cara a un futuro. Hacer un estudio en profundidad, porque determinadas variables o factores en la investigación descubren que están muy relacionados con la violencia.
Por ejemplo, algunos de estos factores son el extremo deseo de poseer, celos, separar a la mujer de sus familiares o amigos, menospreciar o no considerar sus opiniones o puntos de vista con respecto a cosas que en realidad son importantes para la mujer, abusar del alcohol o de las drogas, valorar como positiva la violencia a la hora de solucionar los problemas, tener armas de fuego, mostrar un deseo extremo de relacionarse íntimamente a pesar de haber conocido durante poco tiempo a la mujer, haber mostrado violencia o reacciones muy explosivas en relaciones con mujeres anteriores, tener cambios constantes de humor, realizar comportamientos violentos con otras personas de forma gratuita, tener antecedentes delictivos. Todos y otros más de los que hablo en mi libro son indicadores en una relación amorosa de una violencia posterior y son unos indicadores para la mujer que, como mínimo, deben hacer que se mantenga en alerta.
¿En "Amores que matan" cómo se presentan estos perfiles del agresor?
En "Amores que matan" se estudia la psicopatía y el otro tipo de agresor y presentarlo como algo que la mujer debe conocer para luchar contra la violencia. Los planes de choque del gobierno no van a funcionar. En la práctica nada puede ayudarnos antes de conocer a un hombre, antes de relacionarnos con un hombre que no sea nuestra propia psicología, nuestro propio conocimiento, nuestra propia voluntad. Lo que le digo a las mujeres es que necesitan conocimiento y coraje para prevenir y ser agredidas. Conocimiento para hacer caso de la intuición, ya que puede avisar de cuándo un hombre es peligroso. Y luego el conocimiento de los indicadores, de la psicología del agresor que explico en "Amores que matan". Y coraje para no implicarse en una relación aunque amen a ese hombre. Esto es duro ya que si se ama a un hombre se tiende a mantener una esperanza, y es habitual escuchar "cambiará, luego será diferente, mi amor superará todas las dificultades...", pero el amor no cambia a nadie.
Con coraje, con ayudas sociales... ¿por qué todavía hay mujeres que no denuncian?
Bueno, muchas veces las mujeres saben más que los jueces y que muchos policías. Y saben que si denuncian tienen un miedo real a que la denuncia provoque un asalto muy grave, un asalto muy grave a sus hijos e incluso su propia muerte. En ocasiones esperan que el hombre cambie. Muchas veces la violencia deja paso a un período de paz y ellas piensan que esa paz puede ser cada vez más extensa; en otras ocasiones están psicológicamente muy castigadas, han perdido el sentido de lucha y simplemente se dejan llevar o lo hacen por sus hijos para que lleven un nivel de vida adecuado; otras veces lo hacen porque tienen miedo a lo que pueda suceder después, al incógnito o al desierto que se abre en una relación después de muchos años. Hay muchas razones pero yo creo que, en muchos casos lo importante es que la mujer comprenda que puede romper con esa relación si utiliza la cabeza, si utiliza la prudencia y entra en contacto con los servicios correspondientes de ayuda a la mujer, puede así acabar con la relación.
Usted, como abogado criminalista y escritor, ¿qué le lleva a elegir uno u otro tipo de tema relacionado con la violencia?
Quizá porque son las más desconocidas, aunque se hable mucho de ellas. Normalmente se explican de un modo riguroso, y yo utilizo un lenguaje de una forma sencilla, explicar las ideas más científicas, más importantes de lo que hoy sabemos sobre este fenómeno y hacerlo además de un modo útil para que la gente pueda, en la manera de lo posible, orientar en sus vidas, las pautas de actuación para no encontrarse con estas personas y si se las encuentra no ser sus víctimas. Información y advertencia, esta es una forma de ser útil a la gente.
¿Le ronda ya alguna idea para llevar a cabo algún proyecto futuro?
Bueno, en un futuro puede ser interesante escribir algo sobre todo lo contrario, por qué la gente actúa de un modo bondadoso ante determinados fenómenos es una idea que tengo en mente desde hace tiempo, pero ya veremos.
En "Amores que matan" se estudia la psicopatía y el otro tipo de agresor y presentarlo como algo que la mujer debe conocer para luchar contra la violencia. Los planes de choque del gobierno no van a funcionar. En la práctica nada puede ayudarnos antes de conocer a un hombre, antes de relacionarnos con un hombre que no sea nuestra propia psicología, nuestro propio conocimiento, nuestra propia voluntad. Lo que le digo a las mujeres es que necesitan conocimiento y coraje para prevenir y ser agredidas. Conocimiento para hacer caso de la intuición, ya que puede avisar de cuándo un hombre es peligroso. Y luego el conocimiento de los indicadores, de la psicología del agresor que explico en "Amores que matan". Y coraje para no implicarse en una relación aunque amen a ese hombre. Esto es duro ya que si se ama a un hombre se tiende a mantener una esperanza, y es habitual escuchar "cambiará, luego será diferente, mi amor superará todas las dificultades...", pero el amor no cambia a nadie.
Con coraje, con ayudas sociales... ¿por qué todavía hay mujeres que no denuncian?
Bueno, muchas veces las mujeres saben más que los jueces y que muchos policías. Y saben que si denuncian tienen un miedo real a que la denuncia provoque un asalto muy grave, un asalto muy grave a sus hijos e incluso su propia muerte. En ocasiones esperan que el hombre cambie. Muchas veces la violencia deja paso a un período de paz y ellas piensan que esa paz puede ser cada vez más extensa; en otras ocasiones están psicológicamente muy castigadas, han perdido el sentido de lucha y simplemente se dejan llevar o lo hacen por sus hijos para que lleven un nivel de vida adecuado; otras veces lo hacen porque tienen miedo a lo que pueda suceder después, al incógnito o al desierto que se abre en una relación después de muchos años. Hay muchas razones pero yo creo que, en muchos casos lo importante es que la mujer comprenda que puede romper con esa relación si utiliza la cabeza, si utiliza la prudencia y entra en contacto con los servicios correspondientes de ayuda a la mujer, puede así acabar con la relación.
Usted, como abogado criminalista y escritor, ¿qué le lleva a elegir uno u otro tipo de tema relacionado con la violencia?
Quizá porque son las más desconocidas, aunque se hable mucho de ellas. Normalmente se explican de un modo riguroso, y yo utilizo un lenguaje de una forma sencilla, explicar las ideas más científicas, más importantes de lo que hoy sabemos sobre este fenómeno y hacerlo además de un modo útil para que la gente pueda, en la manera de lo posible, orientar en sus vidas, las pautas de actuación para no encontrarse con estas personas y si se las encuentra no ser sus víctimas. Información y advertencia, esta es una forma de ser útil a la gente.
¿Le ronda ya alguna idea para llevar a cabo algún proyecto futuro?
Bueno, en un futuro puede ser interesante escribir algo sobre todo lo contrario, por qué la gente actúa de un modo bondadoso ante determinados fenómenos es una idea que tengo en mente desde hace tiempo, pero ya veremos.


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